El aumento del 9 por ciento al presupuesto 2021 en Salud –declaración de Arturo Herrera en Pachuca-, no cayó muy bien en la clase política nacional, pues se afirma que no se trata de un ajuste razonado sino un boquete causado por la mala planeación.
De acuerdo con la senadora hidalguense Nuvia Mayorga Delgado, el fondo extraordinario para gasto de enfermedades crónico degenerativas que se atendía desde la propia Secretaría de Hacienda para dar cada año a la Secretaría de Salud, es ahora ocupado para la gasto corriente, pago de nómina y diversos insumos, así como para el Insabi. Por eso la discusión en el tema de los tratamientos del cáncer, por eso el pleito que se ha trasladado a lo político, sobre las medicinas, la operación de hospitales, y muchas cosas que ya no se hacen en la atención de la salud en el sistema público, pues no hay los recursos suficientes.
Para la hidalguense, quien cuenta con experiencia en la planeación presupuestal tras haberse desempeñado como secretaria de Finanzas en el estado, el tema central es que se debe contar con el recurso de Hacienda por medio de la captación original y ampliarse para el siguiente año, pues la pandemia requiere la atención con más acciones.
Es por eso que el famoso aumento al sector Salud no se trata de una bondadosa redirección de recursos o de una estrategia social desde el propio esquema de los arquitectos financieros de la Hacienda mexicana; estamos ante un famoso y conocido “jineteo” de dinero, en el que el gasto para una cosa es destinado para otra dentro de la misma área.
Hablar de recursos para la salud es incuantificable, pero resulta importante señalar que ya se contaba con un presupuesto especial para la atención de enfermedades crónicas y que este debió seguirse ocupando para su propósito original, a la par de obtener recursos para la lucha contra el covid-19.
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