El periodismo es una de las profesiones más nobles y dignas que se han transformado con el paso del tiempo, en Guanajuato esta transición se ha dado particularmente al informar los hechos de seguridad o inseguridad y violencia, así lo explican cuatro grandes perfiles de la comunicación en el estado, cada uno desde su visión y experiencia.
Los medios pasaron de informar una muerte que se convertía en toda una noticia, a retratar el enfrentamiento entre grupos delictivos; para Ignacio Tapia se deben fortalecer las instituciones, dar información que sirva más allá de solo emitir posturas personales y convertirse en detractores de los gobiernos.
«Guanajuato está ardiendo y ha evolucionado el crimen organizado, antes un muerto era una noticia, luego nos fuimos al ejecutado, al asesinado, luego nos fuimos a las narco mantas, luego encontramos muertos, luego desmembrado y ahora colgados en los puentes, ha evolucionado», señala.
Para Martín Diego, se trata de cuestionar, de indagar con veracidad y no solo por la superficie, pero sobretodo de dar voz a la ciudadanía, el periodista no debe ser el protagonista de la historia.
«El papel del periodista es oír todas las voces, presentar la situación como está sin volvernos de ojos cerrados, pero reconocer que hay gente que tiene mucho valor para hablar de esto y que nosotros estamos ahí con nuestros medios».
En cuanto a Marcos Llamas, quien informa a través de Tv4, canal oficial del gobierno estatal, el gran reto consiste en ayudar a las audiencias a formarse una opinión y a tener un criterio propio, a través de la información que se les presenta.
«Es importante tomar en cuenta a los distintos sectores de la sociedad, darles la voz y ver todo su análisis, para que la audiencia vaya construyendo una opinión que nosotros los medios de comunicación le vamos dando, partiendo de la línea de cada uno», explicó.
Finalmente ante el reto de informar en tiempos de violencia, para Miguel Ángel Puértolas, Director Editorial de Milenio, la labor va más allá de transmitir noticias, se trata formar una audiencia pensante y con criterio propio.
«No podemos dejar de lado el informar los hechos, pero si dar elementos para que como sociedad empecemos a cambiar ciertas cosas que terminan por fomentar la actividad delincuencial», señaló.