Mucho se habla sobre las medidas para controlar la pandemia, una de las más conocidas es el distanciamiento social, que ha tenido un impacto negativo en las finanzas de la mayoría de las empresas, principalmente las pymes. Mientras que algunos negocios se debaten entre la vida y la muerte, hay otros a los que por su giro y modelo de negocio les ha ido muy bien, aunque por desgracia son los menos. Diversas instituciones nacionales y extranjeras proyectaron para México una caída del PIB de entre 9 y 12% para 2020, que en mi opinión fue minimizado por el gobierno de la 4T durante todo el primer semestre del año; sin embargo, nadie se salva y ahora le tocó el turno al propio gobierno federal. Debido a la profundidad del problema, la Secretaría de Hacienda ha proyectado una reducción muy significativa de los ingresos fiscales en 2021 y como consecuencia, la necesidad de ajustar el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), algo que sin lugar a duda afectará a Nuevo León de manera importante. El presupuesto para el estado en 2021 será de 73,522 millones de pesos; 2,519 millones menos que lo ejercido en 2020. El impacto será terrible y afectará a diferentes rubros. El gobierno tiene dos tipos de gastos: el corriente y el de inversión. El gasto corriente incluye: oficinas públicas, escuelas, hospitales y el pago de pensiones. Este gasto es fijo y se incrementa con base en la inflación. El gasto de inversión incluye: diseño y construcción de toda clase de instalaciones, desde carreteras y puentes, hasta hospitales, escuelas y su equipamiento. Los recursos del gobierno estatal provienen de los impuestos que se entregan a la Federación, quien los distribuye a los estados de acuerdo con el régimen de coordinación fiscal vigente, solo una pequeña parte de los recursos proviene de los impuestos locales. Esto solo significa una cosa, el gobierno estatal se tendrá que amarrar el cinturón, te invito a que te anticipes y analices cómo te puede impactar este hecho. ¿Qué opinas al respecto? Agradezco a mi amigo Salvador Galván Borja sus consejos para la elaboración de esta columna.
Federico D’Kuba es profesor del IPADE Business School