Frustrado al tratar de comprar en línea durante la mañana, a Gerardo no le quedó otra opción que acudir a la tienda de electrónica Best Buy de Tampico para tratar de adquirir un dron. El artículo, cuyo valor oscila arriba de los 30 mil pesos, solamente se encontraba en mostrador, le indicó la aplicación digital.
Al llegar a la sucursal se encontró con una enorme fila. Cuenta que al menos había más de 100 personas por delante y llevaban más de dos horas de espera para acceder al local ubicado en el centro comercial Altama, tras anunciarse la venta de liquidación. Un amigo se encontraba metros adelante y tuvo la esperanza de poder encontrarlo para hacer las compras.
Pasaba el mediodía de un jueves fresco y el avance era lento. Dos horas y media más tarde la tranquilidad, paciencia y la sana distancia se vio interrumpida al enterarse el cierre de operaciones de forma abrupta. Ya estaba presente el personal de la Comisión Estatal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Coepris) y esto provocó suspender la entrada.
«Todo el problema se originó porque la página web colapsó, no pude hacer la compra que pretendía y el mensaje en la plataforma mencionaba al artículo únicamente se encontraba en tienda. Sin avisar nos cierras y debemos venir hasta mañana, lo cual es muy injusto», indicó.
Sin embargo, era uno de los más tranquilos, pues otros clientes potenciales subieron el tono de su enojo. «Estoy aquí desde hace 4 horas, lo único que pido es que me atiendan», gritaba un joven a una empleada. «Hazme caso, quiero que me des una respuesta», insistía, pero sin resultados.
Lo secundaron otros muchachos al golpear la cortina y exclamar su desencanto por no llegar al objetivo. Esto provocó que el personal de seguridad acudiera inmediatamente a calmar un poco las cosas. al mismo instante cuando Coepris realiza las verificaciones y los clientes en el interior tuvieron que ser sacados por otra puerta alterna.
Reina la incertidumbre, incluso se vuelve a crear otra fila, más corta, pero intento inútil cuando se pegan avisos de la empresa. Daban una disculpa, pero argumentaban que la alta demanda les impide seguir abiertos, más en la tienda 49, la única en el estado y que aterrizó hace más de un año. «Nos dicen que nos vayamos pero que regresemos mañana, sin la garantía de ser primeros en ser atendidos. cierran la puerta literalmente nuestras caras», dijo el señor Miguel.
No faltaron otros quienes solicitaron una entrega de numeritos, como respaldo para tener la confianza de regresar. «No vamos otra vez a esperar tantas horas en el frío para entrar a la tienda. Esa parte queremos que entiendan los empleados y el personal de seguridad, pero nadie tiene una solución», afirmó Angélica quien acompaña a su hijo en esta oferta de liquidación.
Media hora después, los tumultos, reclamos y la expectación son parte de la historia. El área se despeja y hay una mayor tranquilidad para aquellos que dan el recorrido por Altama. Así se empieza a despedir la cadena Best Buy del mercado tamaulipeco como del resto del país.
