La vacuna contra la influenza que se aplica en hospitales, clínicas y consultorios privados aún no está disponible para quien desea aplicarla o aplicársela.
Se trata de la vacuna tetravalente, que a diferencia de la que se aplica en el sector público, es más completa al abarcar dos cepas tipo A y dos tipo B.
Aunque con lentitud, la campaña de vacunación en el sector público inició el 9 de octubre y terminará el 31 de diciembre, pero en el sector privado, médicos y pacientes aún no cuentan con ella y la preocupación crece porque en años anteriores, en estas fechas, ya la tenían.
El laboratorio Sanofi Pasteur fabricó 35 millones de dosis, pero para el sector privado importó sólo 300 mil.
La directora médica de la farmacéutica responsable de la importación de este insumo desde Estados Unidos (Sanofi Pasteur), Alejandrina Malacara, explicó a MILENIO que en el sector público el avance en la distribución ya rebasa el 80 por ciento, pues inició en agosto, mientras que para el sector privado, apenas comenzó a repartirse después del 15 de noviembre. 10 días después médicos y pacientes siguen sin encontrarla.
El retraso, que la farmacéutica afirma es de apenas dos semanas, ha causado incertidumbre entre pacientes y médicos privados, pues ante la demanda, la respuesta es simple: no ha llegado.
Una circular de la empresa Bio Tec Vacunas, SA de CV, que comercializa la vacuna para privados, informó el 18 de noviembre pasado que “no existe por el momento capacidad de distribución en el mercado que nos permita realizar la entrega por el total de las dosis esperadas ni en los tiempos habituales de cada año; nuestra empresa contará con disponibilidad hasta enero de 2021”.
Esa versión coincide con la información proporcionada por Sanofi Pasteur y con lo que médicos privados expresan a sus pacientes en consultorios particulares, los cuales podrían ser los últimos en recibirla.
“Nos dicen que sí hay vacuna, pero que la están importando en lotes pequeños y que por disposición del gobierno se tienen que distribuir a hospitales y clínicas privadas en primera instancia y que, de acuerdo, al programa de importación y distribución, a los consultorios privados estarían surtiendo en finales de diciembre principios de enero”, explicó un médico a MILENIO, a quien incluso le han ofrecido dosis de dudosa procedencia y las ha rechazado.
“Bajo ningún motivo pondré en riesgo la integridad de mis pacientes y nunca expondría mis valores éticos, lo que sugiero es que acudan a algún hospital público a que les apliquen las vacunas, aunque sea la trivalente, para protegerse parcialmente y no quedar desprotegidos de forma total”, añadió.
Para el médico, esta situación ha generado impotencia y desgaste en las consultas privadas.
Entre pacientes, el enojo y la preocupación se mezclan, sobre todo porque hay bebés y niños que están quedando sin la inmunización.
“A Sebastián justo le toca ya y en la última consulta, el pediatra nos dijo que en los centros de salud había muy pocas porque se las estaban robando, que incluso a él le habían ofrecido y que a los privados no habían llegado, quedó de avisarnos cuando le llegaran para ir a vacunarnos”, dijo a MILENIO una madre de familia.
“A nosotros, el pediatra nos dijo que el año pasado llegaron 30 mil vacunas al ABC de Santa Fe y que este año sólo les van a dar 3 mil… Nosotros pedimos que nos contemplaran hace dos meses y hemos estado hablando con el doctor, pero nada”, dijo otra madre consultada por MILENIO.
“Nuestro pediatra, por ejemplo, tuvo una tanda de vacunas, pero dieron prioridad a niños con enfermedades del corazón y se supone que a finales de noviembre llegan más, pero les llegan bien poquitas”, explicó otra persona entrevistada.
“La verdad es que ya estamos acabando noviembre y para este entonces, en años previos, habíamos ya podido colocarla, esta vez, las empresas distribuidoras de Sanofi, que suele tener el mejor precio, no nos la ha podido encontrar; ya no siquiera me contestan porque se hartaron que las estén buscando”, contó un médico geriatra.
“En mi práctica la aplico a adultos mayores a domicilio porque son pacientes a los que se les complica ir a colocársela y este año me ha sido imposible”, dijo el doctor, quien explicó que en otros años, para estas fechas, ya estaban terminando de aplicar las dosis.
Falta de planeación
Médicos privados entrevistados por MILENIO expresaron su preocupación por la falta de planeación del gobierno mexicano para repartir vacunas entre el sector privado.
“La vacuna contra la influenza es uno más de los eslabones de una cadena de ineficiencia en materia de salud de la llamada Cuarta Transformación y tiene tres puntos esenciales: falta de consciencia, administración ineficiente y falta de planeación”, opinó el doctor Rafael Pérez Huacuja.
“La falta de planeación en vacunación hace que, más allá de las declaraciones a los medios, la realidad se imponga y la amenaza de que enfermedades que estaban controladas, reaparezcan con mayor daño a la población es lamentablemente real; lo anterior determina desabasto, un desabasto que se añade al de medicamentos oncológicos para población infantil y otros insumos básicos para la operación del sistema sanitario… El hecho es que conseguir una vacuna para influenza es actualmente un reto muy difícil cuando hasta hace dos años era accesible para la mayoría de la población”, agregó.
“Mi percepción es que el gobierno trató de tener el control de la misma comprando toda la vacuna al único laboratorio transnacional que la elabora, 35 millones de dosis aproximadamente; sin embargo, se prometió que a mediados de octubre saldría la vacuna tetravalente para la práctica privada pero únicamente 200 mil dosis dadas exclusivamente a distribuidores furtivos que ya la tienen toda vendida antes de tenerla en sus manos”, opinó un neumólogo que prefirió el anonimato.
“En un país de más de 120 millones de personas y con la pandemia de covid-19 desde marzo del 2020, en este invierno posiblemente nos enfrentemos a dos enfermedades devastadoras, de las cuales no estaremos protegidos”, advirtió.
Alta demanda por covid-19
Este año la demanda de vacunas de influenza se incrementó por la pandemia de covid-19, pero a diferencia de las destinadas al sector público -de las cuales se aumentó la producción en 10 por ciento-, la importación de las dosis para el sector privado no tuvo aumento y su distribución ya lleva un retraso de al menos dos semanas.
En México, la vacuna de influenza que se aplica en instituciones del sector público es la trivalente, diferente a la tetravalente que se aplica en hospitales privados.
Para el sector público, que se reparte en hospitales y clínicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y la Secretaría de Salud, la fabricación de la vacuna, de nombre Vaxigrip, está a cargo del laboratorio Sanofi Pasteur y se distribuye a través de la empresa pública Birmex, debe ser gratuita y su aplicación está prohibida en el sector privado.
Esa vacuna se fabrica en México y debido al incremento de la demanda, este año se decidió fabricar un 10 por ciento más de lo que se fabrica en un año normal, por lo que se alcanzó una producción de 35 millones de dosis, es decir, tres millones de dosis más que en años anteriores, explicó, en entrevista con MILENIO, Alejandrina Malacara, directora médica de la firma Sanofi Pasteur.
Para el sector privado, que se reparte a través de cinco distribuidores diferentes entre hospitales, clínicas y consultorios privados, la vacuna de influenza, que se llama Fluzone, se importa de Estados Unidos porque es diferente a la que se entrega al sector público.
“Es una vacuna que se importa, no es la vacuna que hacemos aquí. Esa vacuna se importa de Estados Unidos y es una vacuna tetravalente, esa vacuna protege contra cuatro tipos de virus de influenza. De esa vacuna, traemos alrededor del 1 por ciento de lo que traemos para el mercado público. ¿Por qué traemos esa cantidad? Porque es lo que normalmente se nos ha pedido”, dijo Malacara.
Este año, pese a la pandemia, esa cifra de dosis no se incrementó.
“La demanda creció exponencialmente desde que empezó julio y agosto, pero para ese momento ya se había acabado de producir la vacuna, entonces realmente ya no había manera de aumentar la producción y nosotros trajimos lo que siempre hemos traído”, añadió.
Malacara detalló las diferencias que hay entre la oferta que hay para el sector público y la que hay para el sector privado.
En el caso de la vacuna dirigida al público en general, ésta comenzó a liberarse por parte de la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) desde el mes de agosto, mientras que la liberación de la vacuna para privados inició su liberación apenas a partir del 15 de noviembre, unas dos semanas después de lo habitual, lo cual aplazará el periodo para su aplicación.
Sin embargo, la representante de Sanofi Pasteur consideró que, pese al retraso, se podrá cubrir el periodo de vacunación recomendado.
“Las dosis más tardías estarán aplicándose en enero, cuando aún es tiempo de vacunarse, porque si revisan la distribución epidemiológica de influenza a través de las diferentes temporadas, que están en la página de Epidemiología de la Secretaría de Salud, vemos que arriba del 70 por ciento de los casos se presentan en el primer trimestre del año –enero, febrero, marzo–, así que estamos a tiempo y es bueno para la población mexicana”, dijo la especialista.
ledz