Hasta antes de construirse la Central de Autobuses de Tampico, las empresas de autotransporte operaban en diversos locales ubicados en el centro de la ciudad, lo que provocaba problemas viales, principalmente en el primer cuadro.
El cronista Josué Picazo Baños, comenta que el proyecto surge a partir de una iniciativa del entonces gobernador Norberto Treviño Zapata, quien buscaba concentrar en un sitio adecuado las diversas empresas de autotransporte que operaban en esa época.
Para tal propósito, los gobiernos federal y estatal, así como Petróleos Mexicanos, habían acordado aportar recursos para la adquisición del terreno y la construcción del edificio. Treviño Zapata quería además que con ello se fortaleciera el patrimonio de la universidad estatal, que recién se había constituido formalmente en 1956.
En respuesta a la iniciativa del gobernador, el Congreso del Estado expidió el 20 de febrero de 1960 el Decreto No. 308, mediante el cual se destinaban para el patrimonio de la Universidad de Tamaulipas “todos los frutos o rendimientos de cualquier clase, del terreno y edificios de la Estación de Auto Transportes de Pasajeros y de Carga, Tampico”.
En mayo de 1962, el Congreso avaló destinar para beneficio de la universidad el terreno y operación de la Central. Para ello, debía conformarse un Consejo Administrador, en el cual habría representantes de los tres niveles de gobierno, así como de las empresas transportistas.
La construcción de la central comenzó en 1963, sin embargo pasó una década para que pudiera ser concluida, por lo que ya se consideraba que la obra era un “elefante blanco”. Finalmente, el 18 de marzo de 1973, a las 4:30 pm, se inauguró la Central Terminal de Autobuses de Tampico, pero ya como S.A. de C.V.
El nuevo edificio además contaba con dos salas, una destinada para los servicios de primera clase y la otra para segunda clase, así como una cafetería. Ese mismo día, la Sociedad Cooperativa de Autotransportes y la Liga de Choferes, S. C. L. pusieron en operación la nueva ruta de los Autobuses Azules “Plaza Hijas de Tampico, boulevard Perimetral, Central de Autobuses”. El costo del pasaje era de 60 centavos para adultos y 25 para estudiantes con credencial.
Debido a la situación de deterioro en que se encontraba la central en la década de los noventa, hacia 1998 fue objeto de la remodelación que le dio su apariencia actual. De acuerdo con Gobierno del Estado, la central de autobuses de Tampico tiene capacidad para atender a nueve mil pasajeros al día.
La mitad de su vida en la central
El señor Aristeo Carlos Vázquez Valles, a sus 54 años de edad, lleva trabajando en esta central casi la mitad de su vida: 25 años prestando sus servicios en diferentes áreas.
Comenzó ayudando con maletas a los ciudadanos que buscaban transporte, posteriormente ocupó más áreas hasta llegar a jefe de turno. Argumentó que le gusta mucho el trato con la gente, le gusta servir y sobre todo ayudar, es lo que ha aprendido y practicado en su oficio que le ha permitido sacar adelante a su familia. Le ha tocado ver a personas fallecer dentro de la misma central por enfermedades, situación que lo conmueve mucho.
