Ex jugadores y campeones del mundo en España 1982, así como cientos de aficionados se dieron cita en Vicenza para dar un último adiós a Paolo Rossi, héroe de la tercera conquista de la selección italiana, en un funeral cargado de emoción en Italia.
Sus compañeros de viaje en la Copa del Mundo de España cargaron con el ataúd de Paolo Rossi, indisociable del título de 1982, en la plaza de la catedral de Vicenza, ciudad a cuyo club llevó a unas cotas inesperadas.
«Si soy campeón del mundo, es gracias a él», afirmó Fulvio Collovati, ex defensa de la selección.
Máximo goleador del Mundial-1982 (6 tantos), Rossi fue el gran artífice del triunfo italiano. Una actuación recompensada por un Balón de Oro el mismo año.
Su muerte el miércoles a los 64 años tras una larga enfermedad levantó una ola de duelo y homenajes nacionales, en particular en Vicenza, donde llevó a su club a la Serie A.
Un recuerdo imborrable en esta ciudad del noreste del país donde acudieron miles de personas para homenajearlo el viernes en el estadio Menti, donde se expuso el féretro de Rossi en público.
Y este sábado, pese a las restricciones impuestas por el covid-19, cientos de personas se congregaron ante la catedral de la ciudad. Solo 250 personas tuvieron autorización para asistir a la ceremonia, retransmitida en directo por la televisión nacional.
«No solo he perdido a un compañero, sino a un amigo, un hermano», declaró el ex defensa italiano Antonio Cabrini. «Juntos, combatimos y ganamos, a veces perdimos, siempre con ganas de volver a levantarnos. Formamos parte de un grupo. No pensábamos que te irías tan pronto. ¡Adiós Paolo!»
El hijo de Rossi, Alessandro, cargó con los compañeros de su padre el ataúd, seguido de la viuda, Federica, y de sus hijas Sofia Elena y Maria Vittoria.
Sobre el féretro se dispusieron una remera de la selección italiana con el número 20 y una bufanda del Vicenza.
Tras la ceremonia, un largo aplauso y el sonido de las campanas de la catedral acompañaron los cánticos de la gente en el exterior, que entonaba un fuerte «Paolo, Paolo…». Luego de su incineración, sus cenizas volverán a su Toscana natal, indicó su mujer esta semana.
RGS