Si usted es menor de 30 años de edad quizá no sepa quién era Beto el Boticario, pero se lo describo brevemente: era un comediante popular de la televisión de los años 70 y 80s y que caracterizaba a un mago al que –por distintas causas- siempre el “acto de magia” o le salía mal o quedaba a la vista del público cómo realizaba el truco.
Siempre al final de su “sketch” se veía que la pelotita flotante estaba amarrada de un fino hilo, o que la baraja que usaba para sus trucos tenía el mismo dibujo en todos los naipes, total que siempre quedaba exhibido el intento de timo que quería hacer con su “magia”.
Así ahora el gobierno mexicano. Desde que arribó al poder Andrés Manuel López Obrador utilizó el argumento de que iba a salvar a Petróleos Mexicanos de la bancarrota en la que lo dejaron los gobiernos anteriores, para demostrar que él –como fan de los simbolismos- iba a rescatar la soberanía nacional, a rescatar a la empresa “de todos los mexicanos”.
Por ello no solo impulsa la construcción de una nueva refinería -anfibia- en Dos Bocas sino que le ha destinado miles de millones de pesos recaudados de entre –eso sí- todos los mexicanos para privatizarlos a través de la nómina y pérdidas de Pemex sin que se advierta hasta ahora un beneficio directo para las personas de a pie.
De acuerdo con el reporte financiero del tercer trimestre de 2020 se ve que Pemex tuvo ligeros síntomas de mejoría, pero el acumulado del año representa pérdidas por 605,176 millones de pesos y no parece que vaya a ser rentable en el corto plazo sin embargo el régimen lópezobradorista insiste en que debe rescatarla.
En eso estaba el “acto heroico” de la 4T salvando a Pemex cuando, de repente, les cae en escena Felipa Guadalupe Obrador Olán y sus contratos multimillonarios adjudicados por Pemex sin licitación de por medio.
La familia del presidente beneficiada con contratos por más de 365 millones de pesos. Con razón tanto interés en inyectarle más dinero público a la empresa de todos los… Obrador.
Vamos mal. Los “neoliberales” de antes aceptaban sobornos con dinero privado, pero los “conservadores” de ahora se “adjudican” impunemente dinero público. Muy mal.