A pesar de que el gobierno de la Ciudad de México ha prohibido la operación de bares, antros y cantinas debido a la pandemia por coronavirus, los dueños de estos establecimientos siguen trabajando en la clandestinidad, e incluso mantienen abiertas reservaciones para que los capitalinos acudan en los próximos días a eventos como celebraciones de cumpleaños y posadas u otros eventos con motivo de la temporada decembrina.
Este lunes, MILENIO pudo hacer reservaciones para fiestas en por lo menos cuatro bares de la capital del país, los cuales ofrecieron realizar la celebración el viernes 18 de diciembre y hasta la mañana del sábado 19.
Desde el 20 de noviembre pasado, el Gobierno de la Ciudad de México estableció que con el fin de disminuir contagios de coronavirus en la capital “todas las actividades económicas no esenciales deberán cerrar a las 19:00 horas; el servicio en mesa de restaurantes estará permitido hasta las 22:00 horas y después de las 19:00 horas no habrá venta de alcohol”.
Además, refrendó que “continúan sin autorización los conciertos y eventos masivos, bares, antros y cantinas, billares, baños públicos, eventos deportivos con público y eventos sociales, así como convenciones y congresos, oficinas y corporativos, escuelas, guarderías y estancias infantiles”.
Sin embargo, en el bar Martina Rooftop, ubicado en la alcaldía Álvaro Obregón, se reservó espacio para festejar un cumpleaños a partir de las 23:00 horas y hasta las 5:00 horas del día siguiente.
“Con gusto te reservamos para que mediante un WhatsApp te mandemos las promociones y los regalos de cumpleaños. Y no te preocupes del aforo; de hecho, ajustamos las mesas dependiendo de la capacidad de personas con las que vengas”, detalló un empleado del lugar.
En esta misma alcaldía, el centro nocturno Gin Gin Cibeles aseguró a MILENIO que después de las 22:00 horas es posible permanecer en el establecimiento y seguir tomando alcohol. Personal del lugar explicó que su sucursal en Polanco cerró, por lo que los clientes de ese bar están siendo redirigidos a esta segunda sucursal, ubicada en la colonia Roma Norte.
¿No hay problema si nos quedamos más tarde como el viernes pasado? -se le preguntó a un empleado del establecimiento.
“No te preocupes, tú pregunta por mí, mi nombre es Juan Pablo y yo voy a estar al pendiente de tu reservación y ya llegando al lugar nos ponemos bien de acuerdo”, respondió.
En tanto, en Polanco, en la alcaldía Miguel Hidalgo, se ubica el restaurante-bar Harry’s Steakhouse & Raw Bar, en el cual se informó que el restaurante opera hasta las 22:00 horas y el servicio de bar, hasta las 19:00 horas, pero se aclaró que era posible obtener una “invitación” para visitar el bar después de su cierre, con el fin de pasar más horas en ese lugar.
“Para reservas al restaurante no hay problema, la podemos hacer, pero ahorita el bar sí lo tengo restringido de 15:00 a 19:00 horas, supongo que en otra ocasión alguien quien conocía a otra persona los invitó. O sea, si tienen invitación, se pueden quedar más tarde”, mencionó el personal.
En la Condesa, en el restaurante-bar Castizo se refirió que su cierre sí es hasta las 22: horas, pero que existe la posibilidad de que “nos quedemos más tarde”.
En la Zona Rosa, el antro LGBT+ Baby Club presumió en sus redes sociales la realización de una “posada secreta” el pasado 11 de diciembre. Al llamar al número que ofrecían para hacer una reservación para una probable nueva fiesta privada, empleados del establecimiento confirmaron que anunciaran un próximo evento en sus redes sociales.
Asimismo, su vecino, el bar Rico Club, ubicado a unas calles del metro Insurgentes, posteó en su cuenta de Instagram un evento llamado “Gay Chella”, en el que destacaban que será en una “locación secreta” y que para solicitar reservación e informes se podía hacer a través de un número que ponían a disposición.
Esta nueva modalidad de “clandestinidad” en bares y antros funciona gracias a que algunos publirrelacionistas hacen invitaciones a sus clientes frecuentes, vía WhatsApp o en redes sociales.
Para evitar ser descubiertos operando en medio de la prohibición provocada por la pandemia de coronavirus, a estos establecimientos se entra por las puertas pequeñas que tienen algunas cortinas de acero o por las entradas de servicio. Ahí el personal hace la toma de temperatura y entrega gel antibacterial, pero una vez adentro, la sana distancia se pierde por completo.
FS
