Se terminan los 100 días de los Concejos Municipales Interinos en Hidalgo con un saldo positivo para lo que en un inicio se pronosticaba como una dura afrenta para la gobernabilidad.
Incluso las demarcaciones más complicadas por el clima político o las crisis de inseguridad supieron salir adelante y terminar de forma decorosa el resguardo administrativo y los recursos de la población para entregar hoy a las nuevas autoridades electas.
En el caso de la capital del estado, la experiencia fue sobresaliente no solo por ser el epicentro de la actividad pública, sino porque se tuvo un gobierno único, quizá diferente al de los demás concejos, igual de importante que todos, pero con la singularidad de que gobernaron mujeres, feministas, activistas, profesionistas y especialistas por primera vez en la Bella Airosa.
Resultado de ello fueron los 100 días de trabajo más intenso que se ha tenido en por lo menos la última década en la ciudad, donde no todo se centró en obras y más obras que solo representan gasto y molestia para tener que justificar un presupuesto.
Se abrieron espacios olvidados, se reestructuró la administración para orientarla a la ciudadanía, se retroalimentó la participación que tanta falta hace en los gobiernos municipales con la creación de oficinas de atención a sectores como el de la diversidad sexual, las mujeres, los jóvenes, la cultura y las artes.
En 100 días en Pachuca se restauró la fe en proyectos humanos, con sentido social como el albergue para personas en situación de calle y para los animales, los refugios, el centro de control canino que no se debe volver a dejar nunca de lado; faltó más, sí, en 3 meses no se puede corregir todo el rumbo de años y años de malas administraciones, pero hoy se dio un ejemplo de la mano de Tania Meza, la concejal presidenta que hizo historia. Muchas felicidades.
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