El mejor momento para disfrutar un platillo tradicional en el Mercado Juárez de Torreón: el caldo de res.
Siendo el favorito de quienes gustan de visitar la central de abastos desde hace varios años, tiene un sabor y un aroma nada discreto, pues cualquiera que transita cerca puede captar su esencia y si tiene oportunidad acercarse para probarlo.
Mayela Ruelas González, propietaria del negocio Antojitos Mayela, refiere que si bien la pandemia por el covid-19 ha disminuido el flujo de compradores hay un consumo constante de este platillo.
“Se vende bastantito el caldo, pero ahorita por la pandemia están muy malas las ventas. Lo más que se pueden vender son de 10 a 15 kilos de cocido, pero cuando estaba bueno el día eran hasta 60 kilos”.
Afirma que a ciencia cierta no sabe qué hace más atractivo el caldo que otra comida de la que venden, pero al menos en los 50 años que lleva su negocio su compra ha sido una constante.
“Nosotros le ponemos todo lo que debe de llevar: cilantro, calabaza, cebolla, papa, elotes y hierbabuena y a la gente le gusta mucho. Seguramente saben que están bien preparados”.
Indica que para esta época del año que bajan las temperaturas existe una mayor venta porque se antoja más un alimento caldoso, pero debido a la cancelación de actividades de fin de año como las peregrinaciones no es igual.
“Nos hacen falta mucho las peregrinaciones, pues cuando acababan entraba la gente a comer lo que se les antojaba. Pero de todos modos siempre hacemos caldo de res, de pollo, menudo, chiles rellenos, asado, guisado, enchiladas, milanesa”.
El negocio de Ruelas González es el más famoso de su tipo en el Mercado Juárez de Torreón y fiel a su tradición no ha dejado de vender pese a la situación complicada de la pandemia, aunque sí ha transformado dinámicas para garantizar la seguridad de sus clientes y trabajadores mediante el uso de cubrebocas, gel antibacterial y tapetes higienizantes.
“Ahorita con lo de la pandemia la gente sale, aunque no sacan a los niños. Lo que estamos viviendo ahorita con las ventas se equipara a cuando sufrimos la devaluación del peso, pues ni siquiera a las balaceras que había en el centro porque la gente de todos modos venía una o dos horas”.
La sensación de estar en casa, el encanto de los mercados
Parte del encanto de los mercados mexicanos, son sin duda los estanquillos o fondas donde se ofrecen alimentos preparados, y en el “Donato Guerra” no es la excepción.
Aunque por sus cuatro accesos es fácil llegar al área donde se concentran los puestos de comidas, es el de la calle Cuauhtémoc en donde al instante de ingresar, se perciben los olores de los guisos, ese aroma a diferentes especias como orégano, laurel así como chiles o la combinación de ambos, que son parte indiscutible de la gastronomía mexicana.
Principalmente al arribar temprano, como alrededor de las 7:00 de la mañana, es cuando más se deja sentir el olor que antoja y hace gruñir las tripas.
Para esas horas, en el tradicional y reconocido a nivel nacional y por familias que radican en Estados Unidos, la fonda de Menudo “Nando”, ya llevan varias cazuelas de colores servidas, llenas con cucharones repletos de granos de maíz pozolero, la carne de la pancita y si la piden, también la pata ambas de res, con el caldo rojo elaborado a base de chile mirasol, que al emitir el vapor, durante el tiempo de frío, solamente el verlo es un cálido abrazo.
Don Martín Castillo Paredes es el actual propietario de la menudería, sin embargo Menudo “Nando” tiene una tradición de más de 70 años en el Mercado “Donato Guerra”, empezó con su tío quien era reconocido como Don Nando, cuando falleció, Paredes se hizo cargo del local.
Para ofrecer un platillo de calidad, que tiene gran tradición en la Comarca Lagunera como es el menudo, Martín Paredes es muy exigente, adquiere carne del rastro de Torreón porque es TIF, el maíz por igual, y el chile mirasol, también e inclusive cuenta entre sus experiencias que ha tenido que regresar costales porque no está como lo espera.
Oferta gastronómica
Al interior del mercado, ubicado en el corazón del centro de Ciudad Lerdo, se cuentan con seis fondas dedicadas a la venta de alimentos preparados como El Comedor “Mague”, Fonda “Lupita” Fonda “Rosita” quienes también amplían la oferta gastronómica en el mercado.
Además de menudo, otro platillo que no puede faltar, son las gorditas. De chicharrón prensado, de pella, rajas con queso, asado rojo, verde, papas, picadillo, huevo, frijoles con queso, tanto de maíz y harina, también saltan a los ojos de todo aquel que va en busca de algo para satisfacer el hambre, y siempre son bien acogidas tanto por locales, como foráneos.
CALE
