Y fue William quien me inspiró a crear la primera banda de los cuatro, unidos contra el mundo.
John Lennon
Rara vez una escritura infantil adquiere tanta fama como la de Richmal Crompton (1890-1969) con la saga de Guillermo Brown, su personaje central que cuenta con 41 volúmenes.
Recuerdo en mi infancia haber seguido publicaciones de Guillermo el travieso, y otros Guillermos que ya he olvidado cuya celebridad se esparcía en traducciones de todo tipo, tanto para folletines, revistas, libros. Por supuesto los que leíamos esas historias no teníamos la menor idea sobre su autor o autora. Luego de tantos años es pues una alegría encontrarme con la escritora inglesa que dio a luz una empresa creativa para niños como no tiene igual por su repercusión, su inmenso público infantil y también por su curiosa desaparición de los anales de la literatura para la infancia.
De familia de clérigos anglicanos, evidentemente de formación rigurosa, puesto que su hermano también fue escritor, Richmal tiene el privilegio de ganarse una beca mientras estudia en la escuela de su parroquia y realizar estudios clásicos de latín y griego en el Royal Holloway College, de Londres. Poco tiempo después forma parte de la corriente de sufragistas tan famosa por su empecinada tarea tras el voto femenino. De modo que nos encontramos con una joven activista y pensadora. A medida que su tarea como maestra crecía en logros pasa de un instituto a otro como profesora de los autores clásicos.
En 1923 a sus 33 años se contagia de poliomielitis y queda tullida de su pierna derecha. Ante tal circunstancia deja su profesión de maestra y se dedica a la escritura. Pocos años antes ya había sentido la pasión de escribir y creado el personaje que la haría famosa, Guillermo Brown; la saga tratada en 38 volúmenes da cuenta de las aventuras de Guillermo el travieso y el mismo personaje ha de acompañarla hasta su muerte. Son historias cotidianas con graciosas aventuras y un tono coloquial pleno de picardía, Guillermo en su cumpleaños, Guillermo en Navidad, Guillermo de compras y así se suceden las fábulas amorosamente construidas.
Sin embargo, su frondosa imaginación le permitió asimismo crear más de 40 novelas para adultos y muchos relatos juveniles. Esta profusa producción denota una dedicación absoluta al acto literario, por lo que no sorprende que no se haya casado ni tenido hijos. Se sabe que fue una excelente interlocutora para con los niños, como sus propios sobrinos a los que sin duda contaría los avatares que ella inventaba alrededor de Guillermo.
Es el gobierno socialista de la República de España el que da entrada a las traducciones en español y que fluyen haciendo la delicia de los niños en los países de habla hispana. De tal modo que tanto en su país de origen como en el resto del mundo debe haber formado parte de los best-seller más vendidos con innumerables ediciones, de las cuales solo en Inglaterra alcanzaron la cifra de 12 millones. El discurso literario que propone Richmal es acorde con el habla y los intereses de niños entre 10 y 12, incluso con personajes de niñas que, como Diego y su pandilla, ponen en entredicho la costumbre de la clase media, sus creencias y sus limitaciones. Así se enfrentan adultos y niños, razón y sin razón, orden y desorden. La autora inglesa pone a toda la sociedad y su cultura en tela de juicio, lo cual inflama el interés de los más chicos, puesto que se ven reflejados ellos mismos y la ley familiar. Y no es casual que un John Lennon pequeño haya confesado que se vio reflejado con todo en la rebeldía de Guillermo. Tampoco que durante el franquismo su obra haya sido censurada.
Richmal Crompton sufre una mastectomía a los 40 años por un cáncer de mama que le agregó incapacidades físicas. No obstante, su espíritu combativo le dio vida para ofrecerse como voluntaria para el Servicio de Bomberos durante la Segunda Guerra Mundial.
Acaso su tema implícito en toda su obra es los límites de la civilización de la Europa centralista y burguesa. La subversión late en cada una de sus historias.
Sus novelas para adultos no corrieron con la misma fama que las correrías de Guillermo, sus relatos de terror están considerados dentro de este género como de primer nivel. Y cuando Fernando Savater se pregunta quién fue Richmal Crompton para él, responde sin vacilar que ha sido su hada madrina.
Muere en su casa a la edad de 79 años. Fecha en la que sus libros en el mundo alcanzaban más de nueve millones de ediciones. Hoy en día, por el contrario, es difícil que alguien la recuerde y el público infantil ha perdido una fuente de placeres para la imaginación y las travesuras.