Adriana Lizbeth García Valdivia, violinista michoacana de 17 años, obtuvo recientemente el galardón Joven Intérprete 2020 que otorga el programa Iberorquestas Juveniles.
En 2014 se creó en su comunidad el Ensamble Comunitario de Arpa Grande, al que se unió por invitación de una amiga. “Sin pensarlo, elegí el violín, aunque ni siquiera lo conocía. Me encantó la experiencia de sentir sus vibraciones y estar con mis demás compañeros y maestros”.
Se formó tocando un repertorio en el que abundan los sones planecos, típicos de la región, pero además forma parte de la Orquesta Jóvenes Libres, del Sistema Bajío del Estado de Guanajuato.
El premio, dice, “es un honor y una gran motivación para seguir echándole ganas a todo lo que viene. Además, el haber ganado como integrante de un ensamble, una colectividad, constituye un premio para todos, para el esfuerzo que hacemos”.
La violinista considera que la importancia de contar con este tipo de ensambles “radica en la preservación del patrimonio cultural, de una música meramente mexicana, porque hay ensambles de sones tlanecos, pero también huastecos, jarochos o de marimbas. De alguna manera, a los niños y jóvenes nos lleva por otro camino y nos hace valorar nuestras raíces”.