Este fin de semana el comité estatal de Morena busca elegir una dirigencia por medio de la elección de los consejeros hidalguenses. El madruguete es autoría intelectual del presidente del propio Consejo Estatal, Andrés Caballero Zerón, quien al ver mermadas sus aspiraciones políticas desde la pasada elección municipal decide de forma unilateral convocar a sesión este fin de semana en los salones de eventos donde se reúnen los morenistas del Grupo Universidad en Mineral de la Reforma.
La convocatoria, que dicen varios integrantes del comité y diputados locales y federales, emergió sin consenso alguno para que sea este domingo 27 de diciembre la unción del propio Caballero como nuevo líder estatal del partido.
Evidentemente la determinación no es bien recibida, por un lado porque no se consultó con las bases del partido, y por otro porque las restricciones de la contingencia sanitaria ponen en riesgo la organización del propio evento.
Sin embargo, el documento oficial ya fue ingresado a la dirigencia nacional que ayer realizó consejo nacional en la Ciudad de México donde Mario Delgado no metió ni las manos para evitar la irrupción de Caballero y su grupo de operación que quiere desterrar de la organización morenista a muchos como los actuales ediles, Luis Enrique Cadena García de Nopala, quien sigue siendo secretario de Organización del partido, así como Susana Ángeles de Tizayuca, quien había levantado en repetidas ocasiones la mano para coordinar parte del movimiento.
También, Caballero busca impedir la llegada de la diputada federal Simey Olvera, quien es actualmente la más aventajada para la dirigencia al contar con el apoyo de senadores, representantes populares y miembros del propio partido.
La ambición personal de Andrés Caballero puede llevar de nuevo a Morena en Hidalgo a perder piso y sobre todo adeptos para 2021; se le reconoce, me dicen, su labor y trabajo desde la fundación al haber sido ya el primer dirigente.
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