Ya inició la cuenta regresiva para la Nochebuena y en México, esta temporada trae consigo una variedad de platillos típicos, sin embargo, cada región tiene su particularidad.
De acuerdo con el chef sonorense, Francisco Franco, en aquella entidad se acostumbra que las jefas, madres y abuelas cocinen un gran festín que incluye pavos horneados rellenos de carne molida de res, pasas, nueces, vegetales y jugos de fruta.
“Orientados quizá por estar en la frontera con estados unidos, haciendo referencia a lo que se acostumbra en una cena familiar de acción de gracias”, afirmó.
También se prepara pierna de puerco horneada, con adobos de “chile colorado seco” que es un poco picoso.
“Lo que jamás puede faltar es la olla inseparable de la estufa o la hornilla de leña, los tamales de carne con chile con su papa y su aceituna verde y de elote salado con su rajita de chile verde tatemado y queso cocido de la región”, aseguró.
Una cena navideña típica de Sonora no sería la misma sin los “frijoles puercos” que se preparan a la leña en un cazo de hierro con manteca de puerco, adobo de chile colorado, chile colorado en polvo, leche evaporada.
“Y de ahí en adelante el toque singular de cada familia sonorense, que puede ser presumido y defendido hasta el cansancio diciendo, “para frijoles puercos los de mi abuela/casa”.
Asimismo, en entrevista para MILENIO, el chef René Ramos Téllez, comentó que en Sonora se acostumbra a comer tamales envueltos en hoja de maíz, los más populares son de carne de res o de puerco con un adobo de chile colorado.
Para el 25 de diciembre, durante la visita a los parientes o mejor conocido como “recalentado”, se acostumbra a preparar menudo blanco con pancita de res, maíz, cilantro y cebolla blanca, sazonado con chiltepín seco molido y acompañado con pan “birote” (bolillo) con mantequilla.
Como postre se comen buñuelos que son masa cruda de la misma de las tortillas de harina frita y se acompaña con miel en tacha de piloncillo con especias.
mjsg
