Bajo la sombra de una pandemia que acecha la vida, recuerda el miedo, y ha tenido consecuencias nefastas para todos, una tercera parte de la humanidad —que es cristiana- celebrará la Navidad de manera distinta por las consecuencias que ha dejado la pandemia. Como la conciencia social se manifieste reuniéndose pocos, como el duelo de los que se fueron prevalezca, como la precariedad económica les dejó de consecuencia, como la costumbre materialista domine, como la ausencia de las enseñanzas de Cristo se tengan y como algunos sabrán valorar la unión y la vida en las familias.
Lo cierto es que en México,aunque según el INEGI son 89.1 de católicos (de dudosa mayoría por lo que se ve en los templos y manifiestan los jóvenes), cada vez más existen diversidad de razones para celebrar esta época de Navidad que no necesariamente son las religiosas. Algunos por eso adornan con luces y figuras representativas sus casas y edificios. También se reúnen por la convivencia, la comida especial, los regalos y la fiesta. Otros porque es la única fecha en que están juntos todos los seres queridos. Unos más porque agradecen y recuerdan la llegada de Jesús en la Tierra, rezan y siguen los ritos propios
Mientras, en otras partes del mundo, otros creyentes de otras religiones en diferentes fechas también celebran el que haya llegado el avatar (manifestación corporal de una deidad) de Krisna en 3228 A.C. desde el norte de la India; y como líder del Hinduismo. Igualmente Buda desde Nepal, 563 A.C. como guía o maestro del Budismo. Así como Mahoma en Arabia Saudita, 571 D.C, como profeta del Islam. Aunque otra de las principales religiones monoteísta, como es el Judaísmo, no celebra a ningún personaje porque aún esperan la llegada de su mesías.
En Jalisco seremos mayoría festejando estas fechas porque somos uno de los estados de la república con mayor cantidad de católicos, que es el 91.9 por ciento (INEGI). Pero ahora estaremos probando qué tanto nos importa la responsabilidad y cuidado para convivir con medidas adecuadas para nuestra salud. Por lo pronto, las autoridades ya establecieron estrategias limitantes para actividades que aglutinan gente.
Pero estas fechas más que una celebración, hacer fiestas, planes restrictivos del gobierno, debería ser un llamado masivo para que hoy, más que nunca, regrese a este planeta los seres que tanto se veneran, no importando procedencia, porque necesitamos de milagros para enfrentar un virus contagioso y letal, que ha matado a millones y ha afectado a otros más. Es tiempo de aceptar que aunque con vacunas, no podemos remediar pronto y tal vez ni de manera eficaz masiva.
Por eso en esta navidad muchos nos preguntamos: ¿donde está Cristo, que aún no atiende nuestro llamado?