Las elecciones para el siguiente año en Hidalgo ya definieron su ruta de alianzas y para definir la renovación del Congreso local y federal se tendrán dos grandes coaliciones.
Por un lado “Va por Hidalgo” con el PRI, PAN y PRD, más la sorpresa de la inclusión de último momento de Encuentro Social; y por el otro “Juntos Haremos Historia en Hidalgo”, de Morena, PT, Partido Verde y la segunda sorpresa con Nueva Alianza Hidalgo, quienes se repartirán los 18 distritos electorales locales, así como los 7 distritos electorales federales para la renovación de curules.
Pese a que son dos grandes frentes políticos, no van en solitario dentro del menú político para 2021, pues en la entidad hay 14 fuerzas partidistas que competirán con sus propios aspirantes y sin mayor apoyo más que el de los pocos seguidores con los que cuentan.
Sin embargo, las fuerzas locales se pueden unir por debajo de la mesa como Podemos, Redes Sociales Progresistas, quienes provienen del mismo grupo político del magisterio hidalguense; así como Encuentro Solidario, quien hará su primera aparición junto a Fuerza Social por Méxicoy Más por Hidalgo, que repite después de la experiencia en municipios, Movimiento Ciudadano que siempre va solo por cuestiones del juego electoral y quienes los ocupan, así como los candidatos independientes, que serán siete para diputaciones locales.
Los primeros comentarios después del registro de las alianzas para 2021 fueron de especulación pues mientras los priistas no parecían estar de acuerdo, los panistas y perredistas parecen haberse subido de lleno al barco tricolor para dejar, por fin y una vez por todas, la simulación.
El tema central será el del apoyo real a las candidaturas, pues aunque se repartan las zonas o regiones, si el PRI en su base local rechaza al aspirante que le haya tocado al PAN o PRD, terminarán apoyando a Morena, o a otros como a Movimiento Ciudadano (ver caso Zapotlán de Juárez en la reciente elección municipal).
Podría entonces pensarse que el PRI pierde con el tema de la alianza nacional que se impulsa precisamente desde su CEN y el empresariado afín, con el objetivo de restar fuerza al Presidente López Obrador en el Congreso de la Unión. No hay otra justificación.
En el caso de Morena, lo que se espera es lo de siempre. Pleitos internos por las candidaturas, falta de proyecto por intereses personales o de grupos, insurrección de bases, debates interminables, un perredismo de los 90’s pero trasladado a nuestras épocas donde el único resultado es apatía a la hora de ir a votar y reclamos posteriores, aderezados con berrinches (caso Pachuca).
Así es como nos recibe el escenario electoral para 2021 desde Hidalgo.
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