A pesar de la importancia que tiene la movilidad urbana sustentable para las ciudades, Ciudad Victoria, Tamaulipas, al igual que muchas otras urbes mexicanas, ha priorizado las condiciones de movilidad de los sectores de la población que cuentan con mayores privilegios y que tienen la oportunidad de elegir entre los distintos medios para movilizarse, a través de las políticas públicas de movilidad urbana, las cuales son financiadas por la mayor parte del presupuesto de egresos del municipio destinado a obra pública.
Esto, ha llevado a que la ciudad actualmente se vea afectada por las consecuencias del uso desmedido del automóvil, entre las que destacan el incremento del parque vehicular –incluyendo el aumento de los automóviles americanos-, el aumento de inseguridad en las calles y de las muertes por accidentes viales.
Esta condición, además de ser ineficiente e insostenible para la economía resulta inequitativa, pues la inversión en infraestructura que los automovilistas requieren, es cubierta por el Estado y solo beneficia a una minoría: quienes poseen un coche. De igual forma, dicha problemática es agravada por las pésimas condiciones para el transporte no motorizado y el desarrollo urbano disperso de la ciudad.
Y, aunque las autoridades municipales han intentado promover acciones para impulsar mejoras en la movilidad de la ciudad, tales como la peatonalización temporal de la Avenida. Francisco I. Madero y la peatonalización de la calle Hidalgo, la laxa aplicación de las mismas, así como la falta de políticas públicas contundentes y eficientes en la materia, ha obstaculizado el poder regresarle su lugar en la vía pública a los medios de transporte no motorizados.
Asimismo las estrategias desarrolladas para el modelo de movilidad que ha acompañado a este proceso de crecimiento, lejos de reducir las externalidades negativas del transporte y mejorar la calidad de vida de las personas y la productividad de Ciudad Victoria, ha provocado un decrecimiento marginal en los beneficios que el caminar o utilizar otro medio de transporte distinto al automóvil, pueden generar.
Como muestra de ello, se tiene a la infraestructura y equipamiento de la ciudad, la cual carece de las condiciones suficientes que puedan permitirle a los usuarios de dichos medios, el poder transitar de manera segura y accesible por la ciudad.
De modo que, para poder dar solución a los problemas que existen en la movilidad urbana de Ciudad Victoria y lograr que esta sea considerada en un futuro como una ciudad caminable, es necesario identificar las acciones de política pública en materia de movilidad urbana sustentable, que logren poner en el mapa político y público la necesidad de actuar para cambiar el sistema de movilidad, así como también los elementos que influyen en la toma de decisiones y las barreras que enfrentan las políticas públicas para ser implementadas y catalizadas.
Además, se requiere contar con la sinergia entre los distintos actores que juegan un papel clave para la continuidad de dichas políticas a lo largo del tiempo, para legitimar las decisiones, y sobre todo, reducir el riesgo y mejorar la capacidad de gestión y decisión de la autoridad responsable. Eso, mas la creación de una visión a largo plazo, podría ayudar a salir de los círculos viciosos en los que se ha incurrido, y a dejar de lado las soluciones cortoplacistas que han dominado la toma de decisiones en materia de movilidad y desarrollo urbano de cada administración.