Un brote de coronavirus ha afectado las prisiones de Bielorrusia, las cuales están llenas de personas que fueron detenidas por protestar contra el presidente de la nación. Algunos de los manifestantes que se infectaron mientras estaban encarcelados acusaron a las autoridades de negligencia o de provocar las infecciones.
Luego de su liberación, los activistas que hablaron con The Associated Press y comentaron que las celdas estaban superpobladas, sin ventilación o servicios básicos adecuados, así como una falta de atención médica.
Kastus Lisetsky, músico de 35 años y quien recibió una sentencia de 15 días tras las rejas por asistir a una protesta, dijo que estuvo hospitalizado con fiebre alta luego de los ocho días que pasó en una prisión del este de Bielorrusia y que fue diagnosticado con neumonía doble provocada por el covid-19.
“Muros húmedos cubiertos por parásitos, la impactante falta de medidas sanitarias, el frío y una cama oxidada, eso fue lo que tuve
en la prisión de Mogliev en lugar de asistencia médica. Tuve fiebre y perdí el conocimiento, y los guardias tuvieron que llamar a una ambulancia”, comentó Lisetsky a la AP durante una entrevista telefónica.
Lisetsky inidicó que, antes de que ingresara a la prisión, él y tres de sus compañeros estuvieron retenidos en una cárcel de Minsk y tuvieron que dormir en el suelo de una celda que estaba diseñada para albergar a dos personas. Los cuatro se infectaron. Lisetsky deberá regresar a prisión para cumplir con los siete días que le quedan de su sentencia luego de que sea dado de alta del hospital.
Por ello, acusó al gobierno de permitir que el virus se propagara sin control entre aquellos que están encarcelados por razones políticas.
“Los guardias dicen abiertamente que lo hacen de manera deliberada, cumpliendo órdenes”, señaló Lisetsky.
Más de 30 mil personas han sido detenidas por participar en protestas contra la reelección del presidente bielorruso Alexander Lukashenko en unos comicios realizados en agosto y los cuales, activistas de oposición y algunos trabajadores electorales, dicen que estuvieron arreglados para darle a Lukashenko un sexto mandato.
La policía ha dispersado en varias ocasiones protestas pacíficas con porras y granadas aturdidoras. La supuesta falsificación de votos y las medidas contra las manifestaciones han provocado que Estados Unidos y la Unión Europea den sanciones a varios funcionarios bielorrusos.
La candidata de la oposición, Sviatlana Tsikhanouskaya, quien quedó en segundo sitio de las elecciones presidenciales, tuvo que abandonar el país luego de que impugnó los resultados oficiales que daban a Lukashenko el 80 por ciento de la preferencia del voto. Tsikhanouskaya
exhortó a los mandatarios extranjeros y a las organizaciones internacionales a que intervinieran para ayudar a frenar el brote de coronavirus en las prisiones de Bielorrusia.
Hasta ahora, Bielorrusia ha reportado más de 180 mil casos confirmados de coronavirus, pero muchas personas de la nación ex soviética de 9.4 millones de habitantes sospechan que las autoridades han manipulado las cifras para esconder la magnitud real de los brotes en la nación.
lp