La participación de la mujer en la vida política de Coahuila, ha mantenido niveles de al menos diez puntos porcentuales por encima de los hombres en las elecciones desarrolladas en los últimos cinco años, lo que coloca a este grupo de la población como el de mayor influencia en la vida política de la entidad.
Según las cifras del Instituto Nacional Electoral en 2015, durante la elección intermedia en que se eligieron diputados federales, el porcentaje de participación fue del 44.2 por ciento, casi 12 puntos porcentuales por debajo de la elección federal de 2018 en que se eligió al Presidente de la República, ya que en esa ocasión, votó 62.3 por ciento de la lista nominal en Coahuila.
Sin embargo, haciendo un comparativo por sexo pese a las diferencias en la naturaleza de la elección, las mujeres coahuilenses mantuvieron su porcentaje de participación casi sin cambio en ambos eventos.
La votación de 2018, fue una de las más altas en la historia política del estado y del país, y de ese porcentaje, en Coahuila 45.7 por ciento de los sufragantes fueron hombres y 54.3 por ciento, mujeres, casi 10 puntos porcentuales arriba; pero el punto no queda ahí, porque si bien al 2015, el porcentaje de participación general fue mucho más bajo, las mujeres incluso superaron su aportación en las urnas, con 56.8 por ciento de los sufragios en esa ocasión.
“Si nos vamos al 2012, el porcentaje fue del 61.3 por ciento, y podemos ver que se sigue cierta tendencia, arriba del 60 por ciento cuando son elecciones presidenciales y está en alrededor de 44 por ciento en las intermedias; pero la diferencia entre hombres y mujeres vemos que se mantiene”, explicó Itzel Aguilar Ambrosio, vocal de capacitación Electoral y Educación Cívica en la Junta Local Electoral del Estado.
No es casualidad entonces, que el empoderamiento femenino haya traspasado las urnas para escalar más alto, y luchar por garantizar su derecho a ser votada como parte de la oferta política nacional.
La reforma de 2014 obligó a todos los partidos a postular la mitad de sus candidatos seleccionando mujeres, pero lejos de ser acatada de inmediato, los políticos que al fin y al cabo son quienes hacen las leyes, dejaron de lado algunas precisiones para aplicarla, y fue en reformas posteriores, que tuvieron que agregarse algunos candados para tratar de evitar su evasión.
“Prácticamente le llevó a la mujer cien años estar en un texto constitucional que le permitiera acceder a un cargo de elección popular”, explica Aguilar Ambrosio.
“Pasamos primero por un 40- 60, en el que no se definía para quién era el 40 ni para quién el 60, ni se especificaban sanciones en caso de no acatarlo, entonces viene otra reforma para mejorarlo pero tardamos más de diez años en eso, y en el inter, vimos el famoso caso de las juanitas que llevó a otra reforma para que tanto el propietario como el suplente fueran del mismo género”, esto a fin de que no se dejara el cargo al hombre al momento de llegar.
Período electoral 2016-2017
En Coahuila, en el período electoral 2016-2017, se eligieron en el estado por primera y única ocasión, fórmulas de ayuntamientos para sólo un año de labores, debido a la necesidad de empatar la elección de los ediles con otros procesos en lo futuro.
En esa ocasión, los diferentes partidos políticos, parecieron acatar la disposición de paridad de género en sus postulaciones, puesto que se registraron un total de 119 candidatas mujeres y 122 candidatos hombres, sin embargo, luego de la elección, de los 38 ayuntamientos de Coahuila, los cargos a elegir fueron ganados por 24 hombres y sólo 14 mujeres; en ese tiempo, el Instituto Electoral de Coahuila erigía éste como un gran logro democrático, pero si se va a las estadísticas puras, si bien las posibilidades de ganar eran casi las mismas para ambos candidatos algo ocurrió para que los cargos no se distribuyeran igual.
El lector puede pensar en las preferencias electorales, y tiene razón, pero otra cosa pudo haber influido también: que las mujeres no fueron postuladas en las ciudades de mayor población, ni tampoco en las que los partidos tenían las mayores probabilidades de obtener el triunfo, lo que puede, o no, ser obra de la casualidad.
Candidaturas para diputación local
En lo referente a las candidaturas para diputación local, se presentaron 95 postulaciones de los partidos para hombres y 93 para mujeres en votación directa o por mayoría relativa; pero pese a la ley, sólo hubo 90 mujeres como suplentes, en algunos casos ni siquiera se registraron suplencias y el resto fueron hombres.
En las listas de representación proporcional hubo 73 candidatos propietarios hombres y sólo 65 mujeres, y de ellas, pero sólo 60 suplentes mujeres, lo que sumando ambas cifras no da el 50 por ciento que tanto se presume.
Sólo una mujer fue postulada para el cargo más fuerte que se peleaba en esa ocasión: el de Gobernador del Estado, Mary Thelma Guajardo Villarreal, del Partido de la Revolución Democrática, que por cierto fue una de las que obtuvo un porcentaje ínfimo al término del proceso.
Las cifras se repitieron al año siguiente, en la elección de alcaldías nuevamente, los candidatos fueron entonces 68 mujeres y 62 hombres, pero al término de la elección nuevamente sólo 14 alcaldías fueron para las féminas y 24 para los hombres.
Sólo en la elección de diputados locales de este año 2020 se mejoró la proporción, ya que se presentaron 86 candidaturas de hombres y 92 de mujeres por el método de mayoría relativa, en tanto que por el de representación proporcional, se registraron 36 hombres en las listas y 45 mujeres.
De estos candidatos; en total fueron 8 hombres y 8 mujeres elegidos por voto directo o mayoría relativa, en tanto que 7 mujeres lograron curules por representación proporcional y sólo 2 hombres obtuvieron quedar como diputados por esta vía, y del total de los 25 diputados electos, hubo 16 mujeres suplentes y 9 hombres. No obstante lo anterior, otro ha sido el impacto que ha tenido el ganar escaños en la participación política de la mujer en el país, y Coahuila no ha sido la excepción, afirmó Itzel Aguilar Ambrosio, Vocal de Capacitación Electoral y Educación Cívica: la violencia política de género.
Ésta va, de acuerdo a un estudio realizado por el Instituto Nacional Electoral, desde obstruir la labor de las mujeres una vez que llegan a ocupar un escaño político, hasta la difamación de su persona por el sólo hecho de serlo, lo que ha provocado nuevamente la necesidad de estudiar estos fenómenos, presentar resultados y proponer nuevas soluciones, pero también habla de que en el marco de la participación política femenina, en Coahuila y en México, aún hay mucho por hacer.
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