Como todo soldado después de semanas de combate, ayer Giorgio Franyuti finalmente llegó al Sexto Batallón de Morteros de la Secretaría de la Defensa, con su uniforme deslavado, manchado y desgastado. El no es soldado, pero sí un médico especializado en ébola, tuberculosis y malaria, que tras nueve meses de combate contra el SARS-CoV-2, finalmente asegura: está formando un tratado de paz al ser vacunado contra el nuevo coronavirus.
No es la primera vez que este médico vence a un enemigo de esta calaña, el doctor mexicano ya ha ganado otras batallas: contra el ébola en Sierra Leona, contra la malaria y la tuberculosis en Guatemala y Colombia y contra la maldad humana en la guerra en Siria.
“Con esta vacuna estamos firmando el tratado de paz, es como el final de una película de ciencia ficción, aquí estamos, en los últimos cinco minutos de la grabación, venciendo al enemigo y esto no se compara con nada”, asegura el médico especializado en epidemias y pandemias, mientras recibe la primera dosis de la vacuna de Pfizer contra el coronavirus.
Abrazar a los compañeros
Giorgio Alberto Franyuti Kelly tiene 29 años y actualmente es el director ejecutivo de Medical Impact, una organización no gubernamental sin fines de lucro que brinda asistencia médica humanitaria a comunidades que viven bajo extrema marginación, inestabilidad política, difícil acceso o desastres naturales.
No solo eso, Franyuti Kelly también es el encargado de bioseguridad en la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena); por eso, desde hace nueve meses, ha estado liderando la batalla contra el covid-19 en el hospital temporal del Sexto Batallón de Mortero.
Por esta razón, el médico con Especialidad en Salud Ocupacional y maestro en Dirección y Administración de Hospitales e Instalaciones de Salud, fue convocado para ser uno de los primeros en recibir la vacuna de Pfizer contra el coronavirus, algo que lo hizo estallar de felicidad pues, por fin, podrá cumplir un gran anhelo: abrazar a sus compañeros.
“Qué bonito. No hemos hecho un apretón de manos, ni nos hemos dado un beso de saludo o un abrazo. Somos mexicanos, tenemos amor de piel y hace nueve meses que eso no está, ya no existía, no se podía”, compartió el joven médico mientras esperaba a que su cuerpo no tuviera una reacción secundaria inmediata en el área de observación temporal.
Se le ve tembloroso, excitado y hasta pareciera que quiere llorar de felicidad. Durante la conversación que MILENIO tuvo con él, aseguró que estaba incrédulo, pues no imaginó que México se convertiría en el primer país de Latinoamérica en recibir la vacuna.
“Sabía que iba a llegar, pero tenía dudas de que no las fueran a poner. Yo pensé que sería como en otras ocasiones donde los primeros en vacunarse son los funcionarios y las familias de los funcionarios o sus amigos, pero no, aquí estoy y qué bueno que las acciones vayan hacia nosotros”, detalló el joven maestro.
En zonas de guerra
Giorgio tiene certificaciones médicas en universidades extranjeras y nacionales, entre ellas, la Universidad de Guadalajara y la Anáhuac, en México; la Universidad Emory, la Universidad del estado de Ohio y la Universidad de Rochester, en la Unión Americana.
También ha viajado por todo el mundo para luchar contra las desigualdades y enfrentar los grandes virus. Ha liderado varias brigadas e intervenciones especiales enfocadas en brindar asistencia médica dentro y fuera del lugar de conflicto o desastre, así como una vasta experiencia en llevar atención a entornos de difícil acceso con poblaciones indígenas en América; por ello –asegura- creía que ya había visto de todo, pero esta pandemia por covid-19 le mostró estragos que nunca imaginó.
“Esta ha sido claramente la peor, no por la severidad de la enfermedad, sino por cómo nos separó como personas, además predominó la discriminación, el racismo, el odio, la separación de clases, la inequidad de clases nunca había estado tan disparada como ahora”, expresó.
Giorgio Alberto Franyuti Kelly asegura que quizá ahora nadie ve el efecto de la vacunación, como no pueden ver la prevención; “pero el resultado lo veremos mañana y en los meses que vienen, el resultado va a cambiar la historia de la humanidad”.
La próxima dosis que recibirá Giorgio de la vacuna de Pfizer será el próximo 18 de enero; sin embargo, desde que se enteró que sería candidato, él ya celebró con sus familia a través de llamadas telefónicas, e inclusive compartió que sus padres “sienten más felicidad ahorita que me vacunan, que cuando me gradué (risas), porque esto significa que voy a vivir un año más para verlos o al menos no me voy a morir de covid”.
