Malas noticias. El panorama sanitario en todo el mundo es triste, con pronóstico a ponerse peor, y Jalisco no se queda fuera de esa ecuación. Es evidente que el avance del covid-19 no se detiene, y que los indicadores de enfermos y fallecidos por esa enfermedad van en aumento paulatino.
En Jalisco, pese a lo que digan muchos, hemos logrado contener el nivel de transmisión de la enfermedad, pero no estamos en el mejor momento de la lucha contra el covid-19. Los índices de ocupación hospitalaria se mantienen relativamente bajos, y los casos de enfermos y fallecidos también están en los últimos lugares de la lista nacional.
Gobierno y ciudadanos, tal vez a tiros y tirones, con regaños y reclamos, hemos logrado mantener un ritmo medio y estable de contagios, pero no podemos descuidarnos.
Por eso menciono al inicio de este texto lo de las malas noticias. No es por ser pesimista, pero no hay luz al final del túnel. Las vacunas apenas comenzaron a llegar a México, y en Jalisco no hemos recibido ni una sola.
Y cuando lleguen serán por lógica para el personal del Sector Salud que todos los días, desde principios del año pasado, se han partido la madre (sí, con esas palabras) para ayudarnos a cuidar a nuestros enfermos.
Y apenas comenzó el invierno, y si las enfermedades respiratorias aumentan en el primer trimestre del año, pues más con la presencia del bicho que nos trae a todos preocupados.
Por eso debemos prepararnos física y mentalmente para aguantar al menos seis meses más de dura batalla contra el covid-19. Seis meses al menos con cubrebocas, gel, lavado de manos y cuidados extremos. Y seguramente seguirán las restricciones a la actividad comercial. Y seguramente no tendremos regreso a clases en el primer trimestre de 2021 (nada es oficial, pero ya lo veo venir).
El 15 de enero habrá una nueva reunión para decidir cómo enfrentamos la crisis; para saber si vamos de gane, o de plano debemos redoblar esfuerzos. E insisto en que no veo buenas noticias en lo inmediato.
Hay que aceptar que no estamos venciendo la batalla. Faltan muchos más sacrificios por hacer.
Twitter: @baezamanuel