Ahora en su decimocuarto año, el Informe Global sobre la Brecha de Género 2020 compara a 153 países en el avance y progreso para la consecución en la paridad de género. Para ello se utilizaron cuatro indicadores, los cuales fueron Participación y Oportunidades Económicas, Nivel Educativo, Salud y Supervivencia, así como Empoderamiento Político. Además, el informe actual examina las perspectivas de la brecha de género en las profesiones hacia el futuro.
Estas clasificaciones están diseñadas para ofrecer un instrumento eficaz para evaluar objetivamente el progreso, crear conciencia en los desafíos y oportunidades que se presentan para subsanar la brecha.
El país con mayor paridad de género siguió siendo Islandia (por undécimo año consecutivo).
Los países que más mejoraron fueron Albania, Etiopía, Malí, México y España.
De los 149 países clasificados, 101 mejoraron sus puntajes en el índice de 2019 (esto excluye a los cinco nuevos países que se han sumado a la clasificación este año).
Un total de 35 países ha logrado la paridad de género en la educación. En salud, 48 han alcanzado casi la paridad y 71 han cerrado al menos 97 por ciento de la brecha.
Si bien los resultados parecen alentadores, al observarlos a detalle no lo son tanto. Los puntajes de empoderamiento político son bajos. En términos de representación parlamentaria, a escala mundial, las mujeres han asegurado solo 25 por ciento de los puestos disponibles, una cifra que se desliza a 21 a nivel ministerial. En este escalón hay nueve donde no tienen representación.
En los últimos 50 años, 85 estados no han tenido una jefa de Estado.
En términos de participación económica, la brecha de género tardará 257 años en cerrarse (en comparación con los 202 años del informe de 2019).
A nivel mundial, solo 55 por ciento de las mujeres (de 15 a 64 años) está involucrado en el mercado laboral en comparación con 78 por ciento de los hombres.
Hay 72 países donde las mujeres tienen prohibido abrir cuentas bancarias u obtener crédito. O donde luchar por la paridad es delito y están encarceladas.
Una de las prisioneras más conocidas de Arabia Saudita, la activista por los derechos de las mujeres Loujain al-Hathloul, fue sentenciada a finales de 2020 a cinco años y ocho meses de prisión. ¿El delito? Los cargos en su contra han incluido exigir los derechos de las mujeres y presionar por la abolición del sistema de tutela, tratar de solicitar un trabajo en Naciones Unidas y hablar con periodistas, diplomáticos y organizaciones de derechos humanos extranjeros.
No hay país donde los hombres dediquen la misma cantidad de tiempo al trabajo no remunerado que las mujeres.
De acuerdo con el Informe Global, sin representar a la mitad de la población en la política nacional y local, el progreso se verá obstaculizado en otras áreas pertinentes a las mujeres y la búsqueda de la paridad de género. Asimismo, menciona la necesidad de que aquellos responsables en la formulación de políticas deben tomar medidas para equipar mejor a las generaciones más jóvenes, modificar legislaciones y las actitudes culturales y sociales.
Sin la mitad del talento y capital humano resultará imposible el progreso. Pero este tiene que ser una realidad no solo para unas cuantas.
La brecha de género tiene que cerrarse para todas. No podemos congratularnos si solo unas cuantas nos empoderamos. No podemos permitir repetir los modelos de opresión desde el feminismo.
* Maestra en Artes y doctora en Educación. Coordinadora del Departamento de Artes y Humanidades del Centro de Investigación y Desarrollo de Educación Bilingüe UANL.
@saraiarriozola