¿Como se llegó al extremo de tener una invasión y una toma temporal del Capitolio en Washington, Estados Unidos de América?
En primer lugar, el sistema electoral de los Estados Unidos dista mucho de ser perfecto y puede ser mejorado, en particular el voto por correo no es secreto, ni libre, pues pueden ejercerse diferentes tipos de presiones de intereses corporativos, o incluso familiares, incluso pueden comprarse o robarse, además no son fácilmente verificables, por lo que pueden usurparse los votos con más facilidad lo que provoca que el resultado sea muy cuestionable, lo anterior es más evidente en elecciones cerradas, con poquísimo margen de diferencia, por grupos antagónicos tan definidos como los que se encontraron enfrentados en Estados Unidos.
En segundo lugar, tal parece que a la parte perjudicada, en este caso concreto Donald Trump, le fue negada la posibilidad de ser oído y vencido en juicio, sin que tuviera acceso a un tribunal, mucho menos a un jurado, en donde se cumplieran las formalidades esenciales de todo proceso judicial como lo son la posibilidad de presentar una demanda, de probar los hechos que se expongan en la misma, alegar la aplicabilidad de su derecho, y obtener una Sentencia por un tribunal previamente establecido, con la posibilidad de apelación. Cuando no hay acceso a la impartición de justicia el único camino que se deja abierto es el de tomar la justicia en sus propias manos y ello explica el ataque desesperado al Capitolio en Washington, D.C.
Eso lo sabemos los mexicanos por experiencia propia pues hemos sufrido elecciones fraudulentas a lo largo de toda la historia de México y hemos construido instituciones para asegurar un sistema democrático efectivo en un esfuerzo continuo y que no acaba.
Tal parece que Donald Trump no podrá hacer más por su causa, ahora mismo se discute en Estados Unidos la posible aplicación de la Enmienda 25 por la cual se destituiría inmediatamente al Presidente Trump y tomaría su lugar el Vicepresidente Mike Pence ante la posibilidad de que el presidente Trump se resista a abandonar la oficina oval el 20 de enero del año en curso con el apoyo de las fuerzas armadas que aún hoy encabeza lo cual desataría una inestabilidad enorme no sólo en Estados Unidos sino en todo el mundo.
Ante la irrupción de China y de la misma Rusia en el tablero mundial, compitiendo por establecer un nuevo orden mundial, Estados Unidos no puede dar signos de debilidad. Donald Trump debe de cesar en sus intentos golpistas, Joe Biden debe de tomar posesión junto con la extraordinaria y fantástica Kamala Harris, y ambos para lograr la unidad de los Estados Unidos, deben tomar las buenas políticas de Donald Trump que logró captar a cerca de ochenta millones de votantes, entre otras; el gobierno privilegiando a la gente y no a las utilidades de las grandes corporaciones; Trump ganó adeptos por su lucha en contra del sistema neoliberal, y perdió por un racismo y falta de sensibilidad y empatía totalmente fuera de lugar en estas épocas.
Hoy Joe Biden y Kamala Harris deben de sumar esas dos banderas para aglutinar al pueblo no sólo norteamericano sino a todos los pueblos del mundo. El bienestar de la gente sobre corporaciones depredadoras que provocan desigualdad y destrucción del planeta, y el reconocimiento de la existencia de una sola, multicolor y multifacética, raza humana.
*Maestro de la Escuela Internacional de Derecho y Jurisprudencia