Gran noticia: se fue Donald Trum con una patada en el trasero y no apretó el botón rojo como muchos histeriquitos esperaban, y se fue rindiéndole un homenaje a Michael Keaton en la cinta El Inquilino, al dejar en la Casa Blanca ratas y cucarachas, y llevándose hasta el papel de baño usado como mi licenciado Peña.
Mala onda que Trum haya sido un incomprendido y no se valoraran sus aportaciones, sobre todo como inspiración para la comedia y el humor negro. Aunque Alec Baldwin, gran actor que dedicó cuatro años de su vida a encarnar a Donald y a ridiculizarlo con minuciosidad en el mítico programa Saturday Night Live, ahora se va a quedar sin chamba al igual que tantos y tantos que se dieron vuelo chingando al de los pelos de elote. Habrá una crisis en la comedia política y en la industria de la ironía.
Lo bueno es que Trum no se va a quedar con los brazos cruzados, disfrutando de su mansión con ocho campos de golf en Mar-A-Lago, Florida, y buscará ser para Biden lo que Jelipillo Calderón y Claudio X González son para AMLO. Incluso, preveo que va a ser su propio TUMOR con su ChikiliQuadri local, Rudy Giuliani, y su versión muy particular de la “Eh, la BOA”, compuesta como deber ser por puro intelectual redneck, hillbillie y del KuKuxKlan para que luego armen su VaPorUSA y el SixPorUSA, con el eslogan Make America Trumpist Again. De hecho, me cuentan las lenguas viperinas, el próximo ex marido de Melania desde que vio que se lo iba a cargar el clown, contrató asesorías en la materia impartidas por el PRIANRD. Aquí solo habrá una diferencia, en vez de recurrir a un tándem de puros güeros para sus campañas mediáticas, buscarán personalidades más “étnicas”, quizá hasta de piel morena, para abrir el espectro de votantes y no limitarse a los osos montañosos y búfalos mojados. A Donaldo solo le faltaría tener su INE y poner a un panista calderónico como jefe de Twitter en USA como hay en Twitter México y ya la hizo.
Aunque Trum ha sido fuente inagotable de alegría y buen humor, nadie les gana a los agoreros del desmadre que vaticinan que Biden le va a declarar la guerra a México, solo para poner una Disneylandia en Teotihuacán y a sustituir los tacos al castor por puro Taco Bell. Creo que no se fijaron que Joe colocó un busto de César Chávez en la Sala Oval, no mamartz.
Canten, amikos, al compás de Rigo que es amor y también rigor, “Mi Donald querido, nunca te podré olvidar”.
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@jairocalixto