La Administración General de Aduanas (AGA) cesó a 3 administradores de Baja California por señalamientos de una presunta “red de influencias” así como del paso de mercancía ilegal. Medios locales y redes sociales señalan, además de parentesco consanguíneo y legal, que están vinculados con Ricardo Peralta, primer titular del organismo en la actual administración federal. Todos estarían también investigados por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda.
¿Quiénes son? Se trata de Eva María Viridiana Soria Amador, quien estaba en la aduana de Tijuana; David Pérez Tejada Padilla, de Tecate, y Raymundo Humberto Jiménez Lázaro, de Mexicali. Este último había sustituido desde el año pasado a otro de los integrantes del grupo: Alejandro Miramontes Armenta. Su historial en el ámbito aduanero se remonta a los dos sexenios anteriores, aunque fue a partir de diciembre de 2018 cuando fueron colocados en puestos clave.
En redes sociales y medios periodísticos se establece que Pérez Tejada es concuño de Miramontes Armenta. También trascendió que la expareja de Viridiana Soria Amador, Arnoldo Martínez Rentería, fue cesado por la entonces titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Margarita Ríos-Farjat, por negociar un contrato de forma irregular.
Las quejas. La AGA inició su propia indagatoria derivada de múltiples quejas de diferentes gremios del ámbito aduanero, usuarios y paisanos, relacionadas también con extorsión. Fueron recibidas vía el teléfono rojo y correo electrónico. Se recurrió además a los sistemas de videovigilancia, revisión aleatoria y comparación de registros recaudatorios. A su vez, la Secretaría de la Función Pública (SFP) tiene ya abierto un expediente sobre el asunto.
Lo que investiga la UIF. Se da seguimiento a transferencias, pagos, depósitos -a nivel nacional y al extranjero- adquisición de inmuebles o vehículos, liquidación de sociedades mercantiles, declaraciones fiscales, traslado de recursos a empresas fachada, movimientos inusuales y operaciones simuladas, con el fin de desmantelar la estructura financiera. Tanto de los señalados de manera directa, como de familiares y colaboradores cercanos.