El Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos emitió una alerta antiterrorista por un «clima de crecientes amenazas» vinculadas a «extremistas violentos», opuestos al gobierno de Joe Biden. Se afirma que la amenaza de un ataque «persistirá en las semanas posteriores a la exitosa investidura presidencial», celebrada el 20 de enero.
La alerta. «Información sugiere que algunos extremistas violentos movidos por la ideología -con objeciones al ejercicio de la autoridad gubernamental y la transición presidencial-, así como por otros agravios alimentados por falsedades, podrían seguir movilizándose para incitar o cometer violencia», dijo el Departamento en un comunicado.
Por el momento no disponía de «información sobre un complot específico creíble«, pero apuntó que «hubo disturbios violentos en los últimos días» y que está preocupado ante la posibilidad de que «personas frustradas» con el cambio de gobierno «puedan continuar a movilizar a un amplio espectro de actores motivados por la ideología».
Antecedente. Desde 10 días antes de la investidura presidencial de Joe Biden, El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) reportó que contaba con información de que se estaban planificando protestas armadas en 50 estados de Estados Unidos y en el Capitolio, las cuales causarían caos. No ocurrieron incidentes significativos.
