Según la Organización de la Naciones Unidas, solamente el 30% de los investigadores a nivel mundial son mujeres. En México, según datos del 2018 del Sistema Nacional de Investigadores, solamente el 37% de su padrón son mujeres y en Coahuila, 190 mujeres formaban parte del sistema en 2019, en contraste con los 388 hombres que lo integraban.
Las cifras han aumentado, por ejemplo, en 2015 eran solamente 97 mujeres las que formaban parte del Sistema Nacional de Investigadores en Coahuila. Además, según datos de COECYT Coahuila, en 2020 se becaron a 9 mujeres y a dos hombres para estudiar un posgrado en el extranjero.
Sin embargo, aún falta camino por recorrer para lograr que las niñas, jóvenes y mujeres ya no tengan que enfrentarse a desigualdades y estereotipos.
En el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, Brenda Gabriela Pérez Mauricio, docente que impulsa a niñas, niños y jóvenes a interesarse en la ciencia y tecnología platicó con MILENIO acerca de la importancia de incentivar a las niñas y erradicar los prejuicios que las alejan de desarrollar una carrera en la investigación.
Brenda Pérez Mauricio, ingeniería mecatrónica y docente para nivel medio en el área de ciencias y matemáticas, considera que actualmente se vive un tiempo significativo tanto para hombres como mujeres porque poco a poco se nota el cambio hacia la búsqueda de igualdad.
“El trabajo importante con las niñas y adolescentes es quitar esa creencia, ese estigma de que las ingenierías solamente son para hombres”, expuso.
Lograr que las niñas se interesen en la ciencia y tecnología, sin percibirlo como una meta inalcanzable o que solamente sea para unos cuantos, debe iniciar desde los niveles básicos. Familiarizarlas desde edades tempranas con el hábito de la investigación y experimentación, las motivará y encaminará al área de las ciencias, lejos de prejuicios o limitaciones.
Para la también docente de ingeniería en nivel medio superior, las generaciones que actualmente se encuentran en las aulas están cada vez más abiertas a la aceptación del papel de las mujeres dentro del ámbito educativo, científico y tecnológico.
“Solamente es guiar bien esas habilidades, seguir trabajando para reforzarlas, y sobre todo dejar de lado nosotros como docentes, o como investigadores, dejar de lado toda esa parte de la diferencia”, reitera.
Reconoce el incremento de la participación de niñas y jóvenes en concursos de ciencia, “sí hay un buen futuro para las niñas”. Por lo que, afirma que el camino a seguir es reforzar dichas habilidades desde el nivel básico.
Pérez Mauricio considera que la escuela es un ambiente que propicia el desarrollo científico, investigativo y tecnológico de las mujeres, aunque, no quita el dedo del renglón al exponer que donde se debe prestar atención es al ambiente externo.
“Las empresas tengan más apertura a aceptar a las chicas, hacerles ver que realmente las habilidades son por igual, sin importar el género”.
¿Qué recomienda para eliminar los estereotipos?
Misma carga de responsabilidad y obligaciones en casa, pero, sobre todo, no limitarlas. Para ella, lo básico en un científico y experimentador es tener la apertura a trabajar con cualquier objetivo que esté a su alrededor. Transmitir esa libertad a las niñas hará la diferencia para continuar en el camino de eliminar la brecha de género.
Desde casa, acciones como realizar un experimento sencillo puede ser crucial para que la niña se sienta con la capacidad de lograr cualquier meta que se proponga. “Sí está cambiando, puede que nos lleve un tiempo pero vamos a obtener buenas cosas”, finaliza.