Nos preguntamos qué pasa en el país, pero no en la capa superficial caracterizada por ataques sistemáticos contra el presidente, la pregunta es ¿qué pasa en el fondo de todo este este río revuelto? , pues que sirve para ocultar la verdadera naturaleza de estos ataques, que representan la existencia de una disputa por la Nación, entre los grupos de poder económico y el gobierno y con la injerencia reiterada del sector supuestamente intelectual que pretende una especie de intelectualocracia.
Quienes se quejan de la falta de libertad de expresión, pero ni en las épocas de mayor pillaje en el país durante la venta de las empresas del estado, de los Bancos, del Fobaproa, de la entrega de la energía; casi todo al extranjero, cerrando plantas generadoras de electricidad, refinerías y petroquímicas, perdiendo el país cientos de miles de millones de dólares para dar espacio a la inversión extranjera y que mientras importábamos combustibles exportábamos pobres, millones de mexicanos al extranjero exiliados de las crisis sucesivas que parecian interminables, continuadas sexenio tras sexenio y durante todos estos sucesos estos intelectuales nunca se manifestaron en contra y ahora se dedican a publicar desplegados que no sabemos quién paga porque cuestan muy caro y no vemos que se limite la libertad de expresión, la publicación de su desplegado lo demuestra, si el presidente se queja de los ataques de la prensa, pues es su derecho de réplica y estos supuestos intelectuales ¿acaso se manifestaron para apoyar a Carmen Aristegui, cuando la despidieron injustamente en un ataque directo a la libertad de expression?, parece que ninguno de los ahora panfletistas.
También piden que se paralicen las obras del gobierno, lo mismo que piden los del Frenaa y de la oposición y que es la cantaleta del Consejo Coordinador Empresarial , siquiera que disimulen, la lista es la misma, que se detenga el aeropuerto de Santa Lucía, la Refineria de Dos Bocas , el Tren Maya, el Corredor Transistmico, en fin, las obras emblemáticas del gobierno que sin duda dinamizan la economía y cancelar la recuperación de las refinerías y el mejorar la generación eléctrica nacional, que son obras que sirven al país, es decir, modificar la política económica, parece que no saben lo que costaría detener esas obras y además exigen que ese dinero se dedique a la compra de vacunas, cuando dinero para las vacunas sí hay y la prueba es que se están comprando, por ello les pedimos señores intelectuales no jueguen con el futuro de México.