Cuántos días podrías soportar sin que llegue agua a tu casa? ¿Cuántas semanas? ¿Qué harías si Tampico, Madero y la región llegan a un punto crítico en donde te digan las autoridades que no hay fecha definida para volver a recibir agua potable? Y si el agua para beber empezara a escasear, ¿cuánto tiempo crees que pasaría para que se volviera un problema de seguridad pública? ¿Crees que estamos lejos de ese escenario?
No es nada más el asunto del irresponsable manejo de la fuga de agua dulce en la zona sur de nuestro estado. El problema es mucho más grave. No es un tema regional. En diversas partes del mundo se han desatado conflictos bélicos por el uso del agua, que va en camino a dejar de ser considerada como un bien común, y a pasar a convertirse en un artículo de lujo.
En la página de internet iagua.es aparecen una serie de datos alarmantes: “Según Naciones Unidas, el consumo de agua se ha duplicado en los últimos 50 años, 2.600 millones de personas carecen de acceso a un saneamiento básico, lo que supone el 40% de la población mundial, y 497 millones de personas en las ciudades dependen de un saneamiento compartido, cifra que se ha multiplicado por 2 desde 1990. Casi un décimo de la carga global de enfermedades podría ser contenida a través del mejoramiento del abastecimiento de agua, saneamiento, higiene y la gestión de los recursos hídricos en general (Unesco)”.
Por lo menos en nuestro entorno cercano, hay cosas de las que sí tenemos y podemos hacernos responsables: dejar de desperdiciar agua, corregir fugas, y advertir a nuestros hijos y alumnos el futuro dantesco que se avecina si no actuamos a tiempo. Y algo muy importante: sumarnos en una exigencia ciudadana para que las autoridades reparen los ductos que hace muchos años dejaron de ser funcionales. Es imperdonable mantener fugas en nuestra casa; pero las fugas de la red de distribución son de proporciones criminales.
Los mexicanos hemos pagado costos estratosféricos por no planear muchas circunstancias en nuestro pasado y hasta la fecha. El número de muertes que provocaría un desabasto de agua prolongado hará palidecer las cifras de la actual pandemia. ¿Estaremos a tiempo? _