Lo previmos desde el primer momento en que la vacuna estaba lista, en nuestro México todo este proceso se politizaría por el simple hecho de que estamos en medio de un proceso electoral.
Y sí, hace unos días diputados federales de Morena, enojados, alzaron la voz en contra del alcalde de Chimalhuacán, Jesús Tolentino Román, por presuntamente estar utilizando las vacunas con fines político-electorales. En conferencia exigieron que se investigue y lo mismo hicieron lo legisladores estatales, todos indignados.
Como evidencia, exhibieron documentos en los que se muestra el folio para que la abuelita o el abuelito tenga turno de vacuna y, muy abajo, el nombre y cargo del Presidente Municipal. Por eso están tan enojados, porque Jesús Tolentino también busca la reelección por el PRI y esto les hace ruido, es la capitalización de la tragedia.
Lo que los morenistas no ven, es que desde la llegada de la vacunación han politizado el proceso. Cuando arribaron solo 3 mil dosis en cajitas, cada que llega un avión con otra tanda, cuando inició por ejemplo en el Estado de México, justo en Temoaya y varios municipios rurales o como cuando en el municipio de Zinacantepec, apenas desde el sábado pasado, dieron la bienvenida a los abuelitos con una lona gigante con la foto del presidente Andrés Manuel López Obrador y la leyenda «Gracias AMLO por las vacunas en Zinacantepec». ¿No es lo mismo?
¿Gracias, por qué? ¿No se han quejado todo el tiempo los morenistas de los logros del PRI o del PAN, asegurando que es como darle gracias a un cajero por darte tu dinero? ¿No es lo mismo? Vacunas que se han comprado con dinero público, tardías por cierto, suspendidas en algún momento y que prolongaron la mortalidad. Morena se queja de lo que hace.
Por cierto, se desconoce cuál ha sido la estrategia de vacunación. Comienzan por municipios donde la letalidad no ha sido tan alta y, aclaro, con esto no quiero menospreciar a ciertos municipios porque todas las vidas son importantes. Pero, dejar en segundo o tercer término a demarcaciones como Toluca, Ecatepec, Tlalnepantla o Nezahualcóyotl, donde el número de contagios y muertes ha sido catastrófico, y dar prioridad a otros donde no, se lee bastante raro y desde luego politizado.
Esperemos al final de toda esta tragedia, que las y los abuelitos tengan las dos dosis de la vacuna, pase lo que pase y le pese a quien le pese… electoralmente.
Germán Zepeda