El crédito empresarial permite obtener capital de trabajo, apalancar el crecimiento y realizar diversos proyectos a las empresas de diferentes tipos y tamaños, lo que lo convierte en una herramienta vital. Es tan importante que, según un estudio del Banco Mundial, las restricciones de financiamiento hacen parte de los obstáculos que ralentizan la productividad del país.
Tipos de crédito empresarial y sus usos
Según el informe Perspectivas de la Alta Dirección en México 2021, la mayoría de los ejecutivos dicen que garantizar la liquidez y el financiamiento de las organizaciones es uno de los principales desafíos a enfrentar en los próximos años.
El financiamiento más adecuado para ti dependerá de la necesidad que debas resolver. Afortunadamente, cada vez son más las soluciones desarrolladas por las entidades financieras para las empresas. Vamos a conocer sus características y diferencias:
1. Crédito simple
Es un financiamiento de mediano plazo, es decir entre 3 y 5 años. Puedes utilizarlo para ampliar el capital de trabajo, invertir en activos fijos, mejorar la capacidad productiva y financiar objetivos de crecimiento en general, como remodelación de instalaciones.
2. Crédito revolvente
Se trata de un cupo de crédito rotativo, en que la entidad financiera te autoriza un monto disponible que puedes utilizar de forma parcial o total, e ir reutilizando en la medida que vas pagando las cuotas pactadas. Lo pueden obtener pequeñas y medianas empresas, por lo general, siempre que tengan más de un año de antigüedad.
Es ideal para financiar capital de trabajo, aprovechar oportunidades de mercado y cubrir necesidades de corto plazo.
3. Arrendamiento
Se refiere a un contrato en el que el arrendador compra determinados bienes y te concede el derecho de uso por un tiempo determinado, en el que tú pagarás una contraprestación en pagos parciales que incluyen capital e intereses. Al finalizar el plazo pactado puedes optar por la opción de compra. Sirve para adquirir activos físicos como maquinaria.
4. Crédito hipotecario empresarial
Es de mediano o largo plazo, con tasa de interés fija y se emplea para comprar locales comerciales, terrenos e inmuebles en general que utilices para el desarrollo de la actividad económica. También puedes usarlo para remodelar instalaciones o construir en tierras de la empresa.
5. Crédito como anticipo de ventas
Tiene un plazo flexible y por lo general su aprobación es rápida, ya que no exige consulta en el Buró de Crédito, estados financieros ni avales. Se otorga en función del historial de ventas que has realizado con tarjeta de crédito. Su objetivo es inyectar rápidamente liquidez a la empresa, para que cubra sus obligaciones en el corto plazo y mantenga las operaciones activas. No afecta la capacidad crediticia, es 100% deducible y los costos y plazos se adaptan a tus ventas.
6. Tarjeta de crédito empresarial
Es una tarjeta de crédito especialmente diseñada para personas morales o físicas con actividad empresarial. Te entrega un cupo revolvente que puedes utilizar para financiar capital de trabajo o la adquisición de activos para el desarrollo de tu actividad económica.
Cabe señalar que puedes tramitar tarjetas de este tipo, con límites de gasto establecidos, para otorgarlas a los empleados que deben cubrir pagos en el desarrollo de su actividad laboral.
Toma tu decisión con el apoyo de expertos
Ahora que conoces las opciones, podrás pensar que te sirve más de una. Debes evaluar factores adicionales, por ejemplo, la solvencia de tu empresa para cubrir sus obligaciones sin correr riesgo de descapitalización. Lo ideal es elegir tu credito empresarial de manera informada y con la debida asesoría, que no tiene costo para ti, y así obtener la solución más conveniente según tus necesidades y perfil financiero.